Introducción al Judaísmo. Teología del Antisemitismo. Capítulo 3

Per Eliseo Forcada Campos

Muchos ven en este odio infundado intereses políticos, o sea, preparar a los pueblos para su expulsión definitiva de esta comunidad. La primera nación que lo hizo fue Inglaterra en 1290, después Francia en 1306, España y Portugal en 1492, 1495 y 1497. Alemania les obligó a ir a los Estados Orientales.

En realidad al hebreo parece no disgustarle vivir separado hasta cierto punto de la sociedad, pero la mentalidad feudal en su afán de convertir a todo el mundo al cristianismo complicó más su futuro. No todos sufrieron vejaciones ya que algunos ocuparon altos cargos, tanto en las ciencias como en las letras. Pero si pensamos con la mentalidad del siglo XXI, no nos imaginamos a personas privadas de sus más elementales derechos, sobre todo respecto a los hispano-judíos, ya que allá donde se instalaron fuera del suelo patrio fueron por decirlo de algún modo “fervientes españoles”.

Sin embargo algunos opinan que esta separación fue su auto salvación. Pero no puede servir esta afirmación de excusa. Es preciso olvidar el pasado y edificar el futuro con mucha justicia y humanidad.

Finalmente fue necesario que llegara la Revolución Francesa, para que se les devolviera su libertad y se les reconociera su religión y sus derechos. Posteriormente la propia evolución de los tiempos hizo que todo funcionara al mismo compás. Teodoro Herzl, en 1897, vió en este proceso el campo preparado para el Sionismo político, que por fin llevaría a la restauración del Estado de Israel.

Damos por sentado que el odio se engendró por diversos motivos, sin excluir el político y económico. Cabe preguntarse ¿quién tuvo la culpa de este estado de cosas?. Primeramente hemos de aclarar que el término “antisemita” no es exacto, ya que los judíos no son el único pueblo semita.

No hay ninguna raza el la tierra que pueda garantizar sus pureza. El gobierno israelí lleva muchos años tratando de definir el término “judío”. En términos generales se les podía llamar a todo aquel nacido de madre judía; también podría ser al que acepta la Biblia, o quizá al que tiene un modo de vivir de acuerdo con lo que dispuso Dios y la propia Historia de su Pueblo.

Dejando a un lado que el antisemitismo viene desde hace ya 2.000 años, y partiendo sólo del siglo XIX, vemos que muchos pueblos estaban todos sumidos dentro de un delirio de unidad nacional, principalmente en Alemania, donde se estaba empezando a poner en práctica la teoría de Hegel, que consistía en demostrar que había un profunda separación entra la raza aria y semita, aún a costa de olvidar las raíces judáicas del Cristianismo.

El aspecto económico influye también, hasta el punto de ver en ellos, sólo individuos con ansias de amontonar dinero a fin de conquistar el mundo, y eso fue debido simplemente, porque en las distintas épocas, siempre hubieron personas que acumularon capital.
En el aspecto religioso, los cristianos no podemos olvidar, que tanto Jesús como su Madre y los Apóstoles, eran del Pueblo de Israel. También hemos de tener en cuenta que el Dios de Antiguo Testamento es el mismo que el del Nuevo, con un mismo Decálogo y una misma moral.

Eliseo Forcada Campos. Asociación Cultural Cardona Vives.