Mito y realidad de las "Normas del 32" o "de Castellón" ¿Lingüística o política?

Per Ramón García Hernández

"Este será el peor problema que tendremos que enfrentarnos a nuestro regreso..." (a España).

La cita es del, a la sazón, Presidente de la República en el exilio, don Félix Gordón Ordas. Se refería en especial a los nacionalismos vasco y catalán. Extraído del libro del catalán Fidel Miró, "Cataluña, los Trabajadores y el Problema de las nacionalidades", publicado en Méjico en 1967, aunque la cita es de 1961 en entrevista con el autor celebrada en Paris.

Diciembre de 1991

MITO Y REALIDAD DE LAS  "NORMAS DEL 32" O "DE CASTELLÓN" ¿LINGÜISTICA O POLÍTICA?

TEMARIO

Introducción al tema

- La moda intelectual "científica"

- El gran tabú

- La gran estafa intelectual

- ¿Ciencia o adoctrinamiento?

- El genio malo de la instrucción

- Sospechosa coincidencia de criterios

- El dogma: la "trinidad" del pancatalanismo

- Desmitifiquem les "Normes del 32"

- La clau (*)

(*) Artículo de D. Miguel Ramón Izquierdo

Quan vejau que algu preten contraposar en un valencianiste conscient, l´home de cultura al home de sentiment, jusgueulo, quan menys, un equivocat.

(J.M. Bayarri "Cultura i Sentiment". 1928)

INTRODUCCIÓN AL TEMA

Trataremos de dar respuesta a la pregunta que se emana del título de este opúsculo, aportando nuestra particular interpretación, que sazonaremos con la aportación de citas del ensayista francés, François Revel, que nos ayudarán a situar el tema en su verdadera dimensión, que no es precisamente la LINGÜISTICA sino la POLÍTICA. Podemos pues, aplicar perfectamente el aserto que hace Mario Vargas Llosa, en el Prólogo del libro "El CONOCIMIENTO INÚTIL" del autor mencionado.

Hay disciplinas -la Lingüística, la Filosofía, la Crítica Literaria, por ejemplo, que parecen particularmente dotadas para propiciar el embauque que muda mágicamente la cháchara pretenciosa de ciertos arribistas en ciencia humana de moda".

LA MODA INTELECTUAL "CIENTÍFICA"

Dediquemos unos párrafos a esa "MODA". En realidad nos encontramos en lo que con tanto acierto señala el mencionado Revel en su libro. Aunque no se refiere específicamente al caso que llevamos entre manos, sino en un sentido general. Veamos pues la similitud con el tema que nos ocupa.

"Una moda intelectual es el fenómeno por el cual una teoría, un conjunto de enunciados, que no son a menudo más que un grupo de palabras, se apoderan de un número significativo de espíritus por medios distintos a la demostración. Para que este hecho sea paradójico es preciso que se trate de una teoría, y de una teoría cuya ambición sea científica".

EL GRAN TABÚ

Esta "MODA CIENTÍFICA", que ha tomado carta de naturaleza por estos lares, tiene un nombre muy concreto, cuya dialéctica se encarna en las mal llamadas "Normas de Castellón". Su condición de "VERDAD SUPREMA", se apoya en el SOFISMA de la "UNIDAD de la LENGUA". Esta representa a su vez el "GRAN TABÚ", entronizando en la "lengua catalana" la esencia de un proyecto político con nombre concreto: "paises catalanes" = CATALONIA

Acudamos pues de nuevo a Revel para tratar de descifrar este enigma y deje de serlo: "En democracia, el obstáculo a la información (objetiva) no es ya, pues -o lo es muy poco-, la censura, son los prejuicios, la parcialidad, los odios entre partidos políticos y las familias intelectuales, que alteran y adulteran los juicios e incluso las simples comprobaciones. A veces, más incluso que la convicción, es el temor al "qué dirán ideológico" quien tiraniza y amordaza la libertad de expresión. Lo que más paraliza, cuando la censura ha dejado de existir, es el Tabú".

Este temor al "QUE DIRÁN", o a perder el tinte de "PROGRESISTA" con que se arropan muchos, es, en algunos casos, lo que sella las bocas. En otros por obedecer a posiciones ideológicas y muy particularmente por oportunismo político, porque "ser progresista es la única manera posible de escalar posiciones en el medio cultural -ya que el "establishment" académico o artístico es ahora de izquierdas -o simplemente medrar "(ganar premios, sinecuras, etc..). En una palabra: situarse dentro de la nomenclatura".

LA GRAN ESTAFA INTELECTUAL

Es evidente que del libro del comentarista francés, se pueden sacar conclusiones muy clarividentes que, aplicadas a nuestra problemática (a la clase política e intelectual, con las naturales excepciones), nos van iluminando el sendero de "EL POR QUÉ" de ciertos enigmas en torno al desarrollo y propagación de las tesis en boga del PANCATALANISMO. Que más que MODA podíamos decir que una "GRAN ESTAFA". Estafa que se está haciendo, desequilibrando emocional y políticamente, a una gran parte de esos valencianos que somos conscientes del problema actual que gravita sobre nuestras cabezas.

"Se ve, pues, como una estafa intelectual puede recibir el sello de la ciencia y convertirse en una verdad del evangelio para millones de hombres, y, cada hombre se inclina a pensar que, su causa política, religiosa o ideológica, justifica todos los engaños. Pero utilizar la ciencia para esa estafa, abusando de la ignorancia de la mayoría, es aniquilar la autoridad del único procedimiento que el hombre ha inventado hasta hoy para someterse, a si mismo, a criterios de verdad independiente de sus preferencias subjetivas".

¿CIENCIA O ADOCTRINAMIENTO?

Esa "ESTAFA INTELECTUAL", que se arropa con la capa de "PROGRESISTA", a lo largo y ancho del espectro político-intelectual, ha entronizado la MENTIRA en el centro del pensamiento, tomando carta de naturaleza, y, desarrollándose -para ser inoculada- en la parte más sensible de nuestra Sociedad: la JUVENTUD, a través de las Escuelas, Institutos y Universidades. Tarea que llevan a cabo profesores, que ya en su día fueron debidamente alienados, que a hornadas va saliendo de esos centros en un proceso continuado, amparados por el "status" oficial. Embadurnados con el tinte PROGRESISTA y haciendo uso y abuso del vocablo "CIENCIA" -que se presupone debieran tener como NORTE y GUIA- la emplean para llevar el "agua a su molino". ¿No es eso abusar de la lógica ignorancia de esas mentes blancas que tienen en sus manos moldeándolas de manera unidireccional y tendenciosa?

Algo nos dice Revel en el capítulo "LA TRAICIÓN DE LOS PROFES" del libro reseñado: "Cuando la enseñanza prima sobre el adoctrinamiento, la educación cumple su función principal, en interés de los que la reciben y en el interés de la democracia bien entendida. En cambio cuando es el adoctrinamiento el que se impone, se convierte en nefasta, abusa de la infancia y sustituye la cultura por la impostura".

EL GENIO MALO DE LA INSTRUCCIÓN

Juzgue el lector si no nos encontramos ante lo que Revel llama el "GENIO MALO DE LA INSTRUCCIÓN", en el hecho fehaciente de encontrar en los libros de texto, cuya misión es la EDUCACIÓN - FORMACIÓN, "un signo infalible de que el adoctrinamiento (que están sufriendo nuestros niños y jóvenes), para ser exactos, es el genio malo de la instrucción, es que, las sociedades totalitarias le han consagrado lo esencial de su sistema educativo".

Ya lo proclamó Benito Mussolini en 1925. Nos lo recuerda Revel: "Que la escuela, en todos sus grados y en todas sus enseñanzas, eduque a la juventud italiana para hacerle comprender el clima histórico de la revolución" (fascista). Y Giorgio Bino, pedagogo del Partido Comunista italiano, en 1972, coincidía plenamente con Mussolini: "Hay en el mundo, y en nuestro país, un conjunto de ideas que representan lo más avanzado que el movimiento progresista y revolucionario ha producido desde hace medio siglo. Queremos que estas ideas se afirmen en la escuela".

SOSPECHOSA COINCIDENCIA DE CRITERIO

También el CATALANISMO apostó en tempranas fechas, por dominar en esos centros donde se asienta la cultura intelectual y se desarrolla la inteligencia, coincidiendo plenamente con las citas antes apuntadas. Así, antes que el teorizante comunista italiano, A. Gramsci, estableciera la prioridad de ganar la batalla cultural, como previa a conseguir el poder político, el catalán Valentín Admirall, el hombre que trazó el plan político de Cataluña, ya decía que, ganando las inteligencias se aseguraría el poder político. Y Prat de la Riba estableció el método para conseguir su meta política: la "GRAN CATALONIA" a través de la "CULTURA". Y en eso están sus herederos espirituales.

Asumidas todas estas teorías por los "herederos espirituales " fueron puestas en práctica en la Universidad de Valencia en la década de los 50 -60 de la mano del arqueólogo catalán, entre otros. Sabía este que "la consciencia de entidad política se crea en la escuela" ("Pancatalanismo entre Valencianos" Vicente Ramos. 1978 Pag. 37 y 57). De esta manera hizo uso -y abuso- de su magisterio para inocular la semilla pancatalanista, semilla que germinó y cuyo fruto venimos constatando día a día: "Quizá mi faena más honda no ha sido la arqueología. Es haber revelado a muchos jóvenes la conciencia de País" ("Destino" Barcelona, 8-14 Mayo 1975. Cita del libro de V. Ramos. Pág 58). País catalán se entiende. También Manuel Sanchis Guarner, cuya colaboración en esa línea mereció ser recompensado con el "Premi de les Lletres Catalanes", tenía claro que: primero había que mentalizar a los maestros, que ellos ya se encargarían de mentalizar a los alumnos.

Este pancatalanismo en la Universidad contó para su mejor desarrollo con la estimable aportación del "condimento marxista": .... y es que muchos jóvenes valencianos, hijos de burgueses castellanizados, han llegado a estos postreros años al descubrimiento de la lengua de su tierra" (el catalán se entiende) ("Destino" Barcelona, 8-14 Mayo 1975. Cita del libro de V. Ramos. Pág. 58).

EL DOGMA: LA "TRINIDAD" DEL PANCATALANISMO

Hagamos una última reflexión: ¿MODA INTELECTUAL CON RIBETES "CIENTÍFICOS"? ¿ESTAFA INTELECTUAL? ¿GENIO MALO DE LA INSTRUCCIÓN-EDUCACIÓN? ¿Encarna estos calificativos lo que podemos llamar la "TRINIDAD DEL PANCATALANISMO"? "TRINIDAD" que se apoya en el SOFISMA de la "UNIDAD de la LENGUA" (cuyo fin es conseguir la UNIFORMIDAD) - forzada por medio de las "NORMAS DE CASTELLÓN" -(la TRAMPA de CASTELLÓN)"- que entroniza en el epicentro del proyecto político la MITICA "lengua catalana", forjadora del IMPERIO de la "GRAN CATALONIA" ("países catalanes").

La Facultad de Filología a cuyo frente se encontraba M. Sanchis Guarner, en su afán de conseguir la tan deseada como inexistente UNIFORMIDAD, en 1978 "elaboró un informe sobre la lengua autóctona del P. V." En el mismo, envuelto en un eufemismo de inequívocas intenciones, donde aparece en el apartado 5º de las Conclusiones lo siguiente: ...LA NORMATIVA GRAMATICAL PUEDE MUY BIEN SER ELÁSTICA Y POLICÉNTRICA, PERO DEBE SER CONVERGENTE" (Cita del libro de V. Ramos, "De Albiñana a Monsonis" 1981 Pág. 62). Más claro agua.

Así, por arte de "birle birloque", unas simples bases ortográficas, la parte mas convencional de la gramática, se convirtieron en la LLAVE que abrió la puerta del sendero por donde, desde 1932, se han colado, no solamente el léxico, sino también todas las formas gramaticales catalanas, en nuestra multisecular LENGUA VALENCIANA tratando de anularla, porque así le interesa al PANCATALANISMO. Y este GRAN TABÚ, en estrecha armonía con la MENTIRA, nadie puede cuestionarlo, so pena de ser condenado al ostracismo automático y al que se le tributan los epítetos más carbonarios.

Terminemos pues esta introducción para dar paso a la breve, pero documentada exposición-información, de todo lo acaecido en la capital de La Plana, en 1932. Las secuelas de aquella reunión y el desarrollo de aquel acuerdo, lo estamos sufriendo desde hace años. El empecinamiento de muchos intelectuales e instituciones, negando el "pan y la sal", a unas reglas ortográficas elaboradas por la hoy Real Academia de Cultura Valenciana, hechas para el IDIOMA VALENCIANO, considerando su natural evolución, CONTRASTA con la aceptación sin límite -de esos intelectuales, a pesar de lo que subyace en ellas, y en algunos casos por eso precisamente- de las elaboradas por el Instituto de Estudios Catalanes, hechas para el catalán "estandar" (el barceloní).

Ese "... dique levantado contra la difusión de una teoría científica nueva no es, a menudo, obra más que de la resistencia demasiado humana de una generación o de un grupo de sabios, cuya carrera, posiciones y prestigio dependen completamente de la autoridad que les confiere la teoría a punto de ser "destronada". Sabia reflexión que entronca con esta otra de igual procedencia: "Entonces son los mismos intelectuales (excepciones aparte) los que se dicen a si mismos que no deben de apartarse demasiado de las opiniones reinantes, a las que se adaptan instintivamente"

NOTA: Todos los párrafos en cursiva que no señalamos su procedencia pertenecen al libro del ensayista francés François Revel, "EL CONOCIMIENTO INUTIL", transcritos textualmente.

"Por eso, la actual catalanización, superación de la de las normas de Castellón, exige una revalencianización también enérgica, total y de golpe, que es o que propongo aquí. Es totalmente inadmisible la posición de aquellos que pretenden que las normas de Castellón sean la revalencianización de la lengua valenciana catalanizada. Como también es de rechazar la actitud de los que proponen tomar dichas normas como base de partida para la revalencianización por etapas del valenciano catalanizado actual".

"En defensa de la Llengua Valenciana" Miquel Adlert Noguerol

DESMITIFIQUEMOS LAS "NORMAS DEL 32"

Entendemos que el solo hecho de decir "Normes de Castelló" ya tiene una intencionalidad clara: hacer que los de Castellón se sientan protagonistas y, sólo por ello, impulsados a defenderlas. Y no, no son de Castellón. Manuel Sanchis Guarner, en la "Gran Enciclopedia de la Región Valenciana" (páginas 130 y 133, refiriéndose a "Ortografia", escribe: "... en 1913 eran promulgadas oficialmente en Barcelona las "Normes ortogràfiques" del "Institut d´Estudis Catalans", respaldadas por la "Mancomunitat" de Cataluña, inspiradas principalmente por Pompeu Fabra, las cuales fueron aceptadas por los valencianistas catalanistas del grupo "Valencia Nova". Hemos de aportar el detalle siguiente: esa "Valencia Nova" fue un semanario del que se publicaron, en la ciudad de Valencia, siete números (entre febrero y marzo de 1913). Años después, fue la revista "Taula de lletres valencianes" la que recogió la antorcha de los "valencianistas catalanistas"; esta revista publicó, también en la ciudad de Valencia, 38 números (entre octubre de 1927 y noviembre de 1930). Como escribe sobre ella Ricardo Blasco Segura: "...la perseverancia y el tacto de sus promotores fue introduciendo en el corpus de la publicación la ortografía científica del "Institut" cuyas "Normes" invitó a suscribir a todos los escritores valencianos mediante la convocatoria inserta en el número 35 correspondiente al mes de agosto de 1930" (en la "Gran Enciclopedia..." citada antes, página 143).

Es conveniente volver a lo que Manuel Sanchis Guarner dice también en las páginas anteriormente referidas. Escribe: "En una reunión celebrada en Castellón de la Plana el 21 de diciembre de 1932, los representantes de las entidades y publicaciones valencianistas, animados por un plausible espíritu de concordia, aceptaron unas "Normes Ortogràfiques" unificadoras que son una adaptación de las del "Institut d´Estudis Catalans".

Queda claro que no hubo unas reuniones de escritores, lingüistas y filólogos que estudiasen y, como consecuencia, redactasen unas "Normes Ortogràfiques" de Castellón, sino que representantes de "entidades y publicaciones valencianistas", "aceptaron" esa simplicísima adaptación de las del "Institut d´Estudis Catalans". En efecto, firmaron 2 -¡solo 2!- entidades culturales: "Lo Rat Penat" y la "Sociedad Castellonense de Cultura"; una sola corporación: el "Centro de Cultura Valenciana" (actual Academia de Cultura Valenciana); un semanario: el de Filología de la Universidad de Valencia; 4 sociedades "valencianistas" de la ciudad de Valencia más 4 de pueblos. En cuanto a publicaciones, el semanario "El Camí", de Valencia (1932-1934) y la editorial "L´Estel" de Valencia (1929-1936). Pero si aquí no aparecen ni los estudios necesarios ni las personas adecuadas para hacerlos, los "representantes" que "aceptaron" tales "Normas", sólo consiguieron añadir las firmas de 52 señores de entre los cuales solamente uno se dedicaba a cuestiones lingüísticas (el padre Fullana) y uno a cuestiones gramaticales (Carles Salvador, Maestro de escuela). Porque el Sr. Sanchis Guarner, que también figura entre los firmantes, en el año 1932 tenía 21 años de edad. O sea, que "aceptaron" esa "adaptación" "unificadora" unos cuantos "valencianistas" "animados por un plausible espíritu de concordia". "Adaptación unificadora"; ¿qué querían unificar? Lo mismo que quieren unificar ahora, porque ni estaba ni está unido. Se trataba y se trata de unir el valenciano al catalán, sin darse cuenta que esa intención demuestra que se quiere hacer uno de lo que son dos. Por mucho que se asemejen, dos hermanos no son nunca una sola persona.

Pero es muy interesante recordar la "Declaració" que precede a esas "Normes d´Ortografia Valenciana" de 1932. En ella se dice que llegaron "a l´acord transaccional que suposa el sistema que ací s´explana"; todos sabemos que "transacció" quiere decir "acción y efecto de transigir"; o sea, que se "transige" pero no se asume ningún resultado de un estudio documentado. Y aún se dice más: "Va sense dir que no hi ha cap vençut, puix les autoritats filològiques que sotafirmen mantenen els seus punts de vista cientifics, penyora viva de nous progressos." No entramos a preguntar cuáles eran esas "autoritats filològiques", porque ya lo hemos visto anteriormente; pero si cada uno mantiene sus puntos de vista, ¿donde está el acuerdo? ¡Pura transacción!

Y que fue pura transacción lo demuestra precisamente la única autoridad lingüística de entre los firmantes, el padre Luis Fullana Mira, sobre la firma del cual dice M. Sanchis Guarner: "cuyo primer firmante accedió a ser el padre Fullana" (no olvidemos que "acceder" quiere decir "consentir en lo que otro solicita o quiere") continuó manteniendo "els seus punts de vista cientifics" publicando, poco después de haber firmado, la segunda edición (1933) de su "Ortografía valenciana" siguiendo el propio criterio personal. Pero dejando ya sentado que no son "Normes de Castelló" ni tan siquiera valencianas, sino una simplicísima adaptación de las del "Institut d´Estudis Catalans", resulta que los "valencianistas catalanistas" dicen que las siguen porque son "científicas", lo cual da ya bien entendido que, para ellos, los que promovieron las "Normes Ortogràfiques" del "Institut d´Estudis Catalans" eran "científicos". Pues bien, en buena lógica, esos "valencianistas catalanistas" deberían hacer caso a tales "científicos", cosa que no hacen, porque aquellos "científicos" entre los cuales destacaban Jaume Massó i Torrents, Joaquim Casas i Carbó y, muy por encima de todos, Pompeu Fabra i Poch, en su revista desde la cual las impulsaron, "L´Avenç" (del 31 de marzo de 1891), dijeron que una misma ortografia para el catalán, el valenciano y el mallorquín es "impossible perquè és contra natura". ¿Por qué no hacen caso a esa aseveración de los científicos?

Y aún hay otra realidad evidente: de los que dicen que siguen las "Normes de Castelló", no las respeta nadie. El ejemplo más flagrante es que usan el dígrafo "tz", inexistente en tales "Normes", y lo usan con tan ignorante abundancia que lo escriben siempre que corresponde al catalán y también cuando no corresponde. Además, se ve que no han leído -o no hacen caso- que en la "Declaració" de esas "Normes d´Ortografia Valenciana" de 1932, está escrito "estilisació" y no "estilització", "este" y no "aquest", "atre" y no "altre", "nosatres" y no "nosaltres", "hui" y no "avui", "eixe" y no "aqueix", "creixcut" y no "crescut", "exigix" y no "exigeix"....¡Que no digan que las siguen! Ni las siguen, ni son de Castellón, ni son valencianas.

Y como punto final: no es aceptable que el Excmo. Sr. Consejero de Cultura, Educación y Ciencia, Sr. Ciscar (entonces en el cargo), diga que la "Academia de Cultura Valenciana" (hoy Real Academia de Cultura Valenciana), surge en 1977 y los que la han creado "no han hecho más que crear confusión". En el año 1915 se fundó el "Centro de Cultura Valenciana" con estatutos y reglamento plenamente académicos y para el ámbito del Reino de Valencia. No ha dejado nunca de funcionar y siempre ha merecido el reconocimiento y el respeto de todos los regímenes políticos que han gobernado España a lo largo del tiempo. Si en un determinado momento los componentes de la corporación, ejerciendo democráticamente el derecho que les corresponde, por votación unánime acordaron cambiar la ambigua palabra "Centro" por la más concreta y adecuada a los estatutos de "Academia", eso no rompe la continuidad de la corporación en sus funciones, porque no se cambiaron los estatutos, ni el reglamento, ni los componentes de la corporación, que siempre han sido propuestos para cubrir las vacantes por defunción y elegidos, por mayoría o por unanimidad, para propiedad vitalicia. Basta leer los nombres de los Académicos que han sido y de los que son (naturales de las más distintas localidades de nuestro Reino), para comprobar que ningún aire político es el que se ha respirado y se respira en el seno de la Academia.

Las "Normes d´Ortografia Valenciana" de 1932, fueron firmadas, con las características indicadas anteriormente, por 2 entidades culturales, 1 corporación, 1 seminario, 8 sociedades valencianistas y 52 señores. La "Ortografia" resultado de los estudios realizados por la Sección de Lengua y Literatura de la "Academia de Cultura Valenciana" y asumida por ésta (así como la "Documentacio formal de l´ortografia de la llengua valenciana" publicada en 1981), fue publicada en 1979, y a ella se adhirieron en un acto memorable celebrado en el Real Monasterio de Nuestra Señora del Puig el 7 de marzo de 1981, según el acta en la que da fe el Notario D. Esteban Moliner Pérez: "y dé fe del acto de adhesión y entrega de firmas de un millar de intelectuales y representantes de entidades culturales del Reino de Valencia, en apoyo de las normas ortográficas establecidas para la lengua valenciana". Aparte de las firmas de los presidentes de las distintas entidades culturales de todo nuestro territorio, las otras firmas personales corresponden todas a titulados (catedráticos de distintas facultades, profesores adjuntos, profesores de institutos, maestros, filólogos, abogados, médicos, .... etc. ). Al fin y al cabo con ello se cumplía lo que se encomendaba, en 1932, en la "Declaració" de aquellas "Normas d´Ortografia" en la que se dice: "Al temps, a aquelles autoritats i la novella generacio d´estudiosos pertany la cura i la missió, prou feixuga i prou llarga, d´anar rectificant i millorant un sistema -a base també, naturalment, d´amples acords- que deixant a un costat atres raons no pot ser tan madurat com caldria si hem d´acodir oportunament a la satisfacció legitima que de manera imperativa demanen tant les necessitats com les inquietuts de l´hora present."

Creemos que el pueblo valenciano acogerá siempre la lengua valenciana estudiada por valencianos para los valencianos, como creemos que nunca aceptará una lengua catalana estudiada por catalanes para los catalanes, con una ligera adaptación para los valencianos; que eso fueron, y no otra cosa, las "Normes d´Ortografia Valenciana" de 1932.

La evolución de la lengua valenciana ha sido entrañada a la evolución del pueblo valenciano y no se la puede encorsetar con evoluciones propias de otros pueblos.

Este texto fue publicado en "Las Provincias" el 23 de Marzo de 1984, bajo el título de "POR QUÉ NOS OPONEMOS A LAS NORMAS DEL 32". Lo firmaba el Grupo Popular de las Cortes. Advertimos que, en aquellas fechas, estaba formado por la coalición de los siguientes partidos: UV, AP y el PDP. El texto lo elaboró Unión Valenciana, lo asumió Alianza Popular (de las Cortes) y el PDP fue reticente, no lo aceptó.

Por su candente actualidad y relación con el tema que nos ocupa, hemos considerado procedente incluir este artículo de D. Miguel Ramón Izquierdo, publicado en "Las Provincias" el 12-12-91

LA CLAU

Sobre las dos de la madrugada del pasado 7 de diciembre, don Angel Colom, secretario general de Esquerra Republicana de Cataluña, después de proclamarse independentista y federalista europeo (no español), soltó en el espacio televisivo que dirige el Sr. Balbín la siguiente perla en apoyo de su teoría:

"Es que somos 10 millones de habitantes en los países catalanes"

Y en el turno de respuestas a los televidentes (eran ya las tres de la madrugada), afinó aún más la puntería: "Efectivamente al hablar de 10 millones de habitantes me refiero también al país valenciano, al Alguer, a la Cataluña estricta y a la Cataluña Nord, porque todos ellos forman los países catalanes, que constituyen una comunidad lingüística, cultural, nacional, histórica".

Más claro, agua.

Naturalmente, la opinión de un personaje que se apresuró a decir que fonéticamente, su apellido es "Culom", debería revestir una relativa importancia, al par que merecer una contundente respuesta.

Más no trato ahora de sacar al señor Colom de su craso error. Allá él con sus teorías. Pero añadió algo que no entendí claramente, refiriéndose a que existía en marcha un proyecto apoyado por partidos de la izquierda en todos los "países" del utópico imperio catalán, pretendiendo obtener el reconocimiento europeo de tal entelequia. Lo cual pone al descubierto una maniobra que merece especial atención. ¿Será esta la clave que permitía entender lo que está ocurriendo por nuestros lares en materia idiomática?

Quizá resulte oportuno, para entender lo que pasa, posar nuestra mirada sobre el II Congreso Internacional de Lengua Catalana celebrado en 1986. Tengo a la vista el libro divulgador de esta convención, editado bajo el patrocinio de la Generalitat Catalana. En él, bajo el pretexto del tema idiomático, se utiliza en 40 ocasiones el término "països catalans" (concepto político), se incurre en la flagrante falsedad de afirmar que la lengua catalana tiene reconocida su oficialidad en el Estatuto de Autonomía valenciano, y se llega a conclusiones (las del Congreso) entre las que cabe señalar a guisa de ejemplo las siguientes:

-Proponer que las instituciones autonómicas (léase aquí como una de ellas la Generalitat Valenciana), apoyen una adecuada presencia del catalán, tanto oral como escrito.

-Exigir una imprescindible y decidida intervención institucional (léase aquí como institución la Generalitat Valenciana) coordinada, en todo el dominio lingüístico catalán.

-Introducir un mercado de productos culturales (libros, prensa, radio, televisión, etc..) que abastezca todo el ámbito de los "países catalanes".

-Insistir en la enseñanza del catalán y en catalán. Destacando como positivo el proceso de la enseñanza del catalán por lo que respecta a las instituciones autonómicas valencianas.

-Recabar el reconocimiento legal de la unidad de la lengua catalana en todo el dominio lingüístico (léase países catalanes).

-Recabar que los estudios de la lengua han de hacerse con una perspectiva nacional, es decir, teniendo en cuenta la evolución global de la lengua en todos los "países catalanes".

-Reconocimiento del Institut d´Estudis Catalans como la única autoridad lingüística académica para la lengua catalana.

Claramente se conjugan, analizando las conclusiones de este congreso, dos conceptos aparentemente distintos, pero aquí sólidamente engarzados: El filológico (idioma), y el político (países catalanes, la "Gran Catalonia"). Al extremo de semejar que el político pretende tener como único sustento, el filológico. ¿Una llengua, un poble?

Y ahora viene lo tremendo de la cuestión: En este congreso se inscribieron como participantes varios partidos políticos. Entre ellos Convergencia Democrática de Catalunya, Unió Democrática de Catalunya, Partit dels Socialistes de Catalunya y Alianza Popular de Catalunya, lo cual no tiene nada de particular. Son catalanes.

Lo que si tiene de particular para nosotros, los valencianos, es que en la presidencia de honor figuraba el presidente de nuestra Generalitat, don Juan Lerma Blasco; en la Comisión de Honor el presidente de nuestras Cortes Valencianas Don Antonio García Miralles; el conseller de Cultura, señor Ciscar; el que a la sazón era alcalde de Valencia, y el rector de la Universidad señor Lapiedra. Y resulta sorprendente (calificativo benigno) comprobar que el director general de EGB y Enseñanzas Especiales, actuando en nombre del señor Lerma Blasco, después de escuchar imperturbable durante el acto de apertura del Congreso las constantes referencias a los "países catalanes", pronunciara su discurso de salutación haciendo votos por la "normalización" de la lengua propia, o sea, el catalán.

Así se explica la conducta de la Generalitat Valenciana, dócil a las conclusiones de aquel congreso, y a las prescripciones del "Institut d´Estudis Catalans", bajo las cuales está dirigiendo, según opinión generalizada, su política idiomática, protegiendo la difusión del catalán en las escuelas, sin darse cuenta (y si se han apercibido es aún peor) de que a través de la trampa filológica se está queriendo introducir una formulación política de gravísimas consecuencias, porque supone un claro ataque a nuestra personalidad como pueblo. Aquí está, a mi juicio, la verdadera clave del problema.

Pero el pueblo valenciano, aquel que supo defender la Real Senyera y nuestros signos de identidad, jamás permitirá tamaña agresión.

cites

Nadie podrá asegurar que el valenciano y el mallorquín sean dialectos del catalán en el verdadero sentido de la palabra. Los tres se han desarrollado con absoluta simultaneidad de tiempo y divergencias léxicas, sin influirse mutuamente
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